La dieta del equilibrio metabólico


Alimentos y emociones

La comida y las emociones están profundamente ligadas en los seres humanos.

Muchas personas comen demasiado para tapar su “dolor emocional” y utilizan la grasa a modo de armadura contra el mundo o contra los demás. Hay una relación muy clara entre los bloqueos emocionales y determinadas vivencias de los primeros años de vida y la obesidad posterior.

La comida es un problema emocional para muchas personas y ésta les crea adicción. Muchos alimentos tienen una elevada capacidad adictiva cuando emocionalmente no se está en equilibrio (hidratos de carbono refinados, azúcares, grasas hidrogenadas). Si no se resuelve el conflicto emocional se produce un círculo vicioso, siendo la adicción a los alimentos cada vez mayor.

Un alto porcentaje de personas aumenta de peso cuando están preocupadas, afligidas o con ansiedad, y adelgazan con facilidad cuando se sienten equilibradas y felices. La tendencia a comer cuando se sufre un trastorno emocional, es producir en el cuerpo retención de líquido y lo siguiente, almacenar grasa corporal. Recientes estudios científicos han demostrado que el estrés emocional no expresado ni resuelto produce cambios metabólicos que inhiben la descom-posición de las grasas.

 

Para saber si tienes algún problema emocional con la comida, obsérvate:

¿Comes para consolarte emocionalmente?

¿Has observado cuántas emociones reprimes y cuántos vacíos llenas con la comida?

¿Se calman tus emociones con los carbohidratos y los azúcares?

 

 

 

Las emociones y los índices glucémicos

 

Después del estado emocional, el siguiente aspecto más importante en la dieta del equilibrio metabólico son los índices glucémicos en la sangre. Los picos glucémicos además tienen un componente de tipo emocional muy importante, ya que cuando se producen hacen que la serotonina también tenga picos más acusados. Lo que ocurre con los picos de serotonina es que hacen emerger en determinados momentos del día, muchos de los conflictos internos, emocionales, mentales, psíquicos…. tanto a nivel consciente como no consciente. Son los momentos en que la ansiedad y el desequilibrio emocional son mayores.

Además, cuando el azúcar en sangre cae por debajo de lo normal y pasamos a un estado de hipoglucemia, el funcionamiento de nuestro cuerpo y el de nuestro cerebro no están a la par, y sentimos la necesidad de devorar más alimento. Si volvemos a comer más carbohidratos o azúcares, para calmar la sensación de hambre ocasionada por la rápida bajada de la glucosa, volvemos a segregar otra gran dosis de insulina, y así entramos en un círculo vicioso de hiperglucemias e hipoglucemias.

Mantener las curvas de glucemias (el equilibrio de azúcar en la sangre) es, uno de los factores más importantes a la hora de mantener los niveles de energía y peso constantes. El nivel de glucosa en la sangre determina principalmente el apetito.

El estrés ejerce un efecto directo sobre la glucosa en la sangre, ya que estimula la liberación de adrenalina y otras hormonas que inician la respuesta de “lucha o huida”, preparando al cuerpo para actuar mediante la liberación de azúcar almacenado y elevando los niveles de azúcar en la sangre. El efecto inmediato es una gran retención hídrica.

  


Las claves de la dieta del equilibrio metabólico


Las claves de la dieta del equilibrio metabólico son las siguientes:

  • Estabilizar y equilibrar los índices glucémicos en la sangre.
  • Suavizar los picos de serotonina para incidir positivamente en el equilibrio de las emociones.
  • Encontrar que es lo que emocionalmente nos hace llenar “vacíos internos” con los carbohidratos o los azúcares.
  • Hacer sentir al cuerpo que en vez de “agredirle” con una dieta severa y/o restrictiva, le vamos a ayudar a resolver los conflictos que somatiza con la comida.
  • Aprender a comer y a combinar los alimentos para que los cambios repercutan en a nivel físico, emocional, mental y energético.
  • Hacer que la bajada de peso y su posterior mantenimiento sea como consecuencia de un equilibrio interior y de la estabilidad de los índices glucémicos en la sangre, es decir, de un equilibrio en el metabolismo.
  • Conseguir que nuestro estado emocional se mantenga equilibrado y no tener que llenar nuevamente “vacíos” con la comida.

 

 

La importancia del equilibrio metabólico

 

En la dieta del equilibrio metabólico, tanto cuando se trata de corregir algún desequilibrio de la salud o cuando el peso está fuera de los parámetros que tomamos como normales, es siempre el de equilibrar el metabolismo y nunca forzar el cuerpo a realizar esfuerzos para los que no está en preparado.

Cuando hablamos de metabolismo, nos estamos refiriendo al funcionamiento de nuestro organismo en relación al trabajo que hacen los órganos, vísceras, glándulas, hormonas…… El primer paso y también el más importante, cuando queremos restablecer la salud o el peso en nuestro organismo, o bien la forma de prevenir que aparezcan problemas de salud, es encontrar el equilibrio de nuestro metabolismo.

Los órganos y vísceras del cuerpo tienen su propio y particular biorritmo y conocerlo es fundamental, para saber cómo funcionamos y cómo se comportan éstos, dependiendo de su forma de trabajar e interrelacionarse con el resto del cuerpo.

Mantener las curvas de glucemias (el equilibrio de azúcar en la sangre) es, uno de los factores más importantes a la hora de mantener los niveles de energía y peso constantes. El nivel de glucosa en la sangre determina principalmente el apetito.


El estrés ejerce un efecto directo sobre la glucosa en la sangre, ya que estimula la liberación de adrenalina y otras hormonas que inician la respuesta de “lucha o huida”, preparando al cuerpo para actuar mediante la liberación de azúcar almacenado y elevando los niveles de azúcar en la sangre para dar a nuestros músculos y cerebro una inyección de energía. El efecto inmediato es una importante retención hídrica.

Sufrimos estrés principalmente de forma mental o emocional. El cuerpo tiene que hacer frente al exceso de azúcar en la sangre mediante la liberación de aún más hormonas para eliminar la glucosa del flujo sanguíneo. Cuando el azúcar en sangre cae por debajo de lo normal y pasamos a un estado de hipoglucemia, el funcionamiento de nuestro cuerpo y el de nuestro cerebro no están a la par, y sentimos la necesidad de devorar más alimento. Si volvemos a comer más carbohidratos, para calmar la sensación de hambre ocasionada por la rápida bajada de la glucosa, volvemos a segregar otra gran dosis de insulina, y así entramos en un círculo vicioso que se repetirá una y otra vez cada pocas horas. Todo esto incide directamente en nuestro estado emocionalEl estado emocional es el factor más importante a la hora de equilibrar nuestro metabolismo. Por tanto, es el aspecto que considero más importante, tanto en las “dietas” para bajar el peso como para cualquier otra situación de deterioro de la salud que pueda estar manifestándose.

 


“La comida tiene que ser energía para el cuerpo,

lucidez para la mente y alegría para el alma

 

 

 ¿Sabías que......?

  • Recientes estudios científicos han demostrado que el estrés emocional no expresado ni resuelto produce cambios metabólicos que inhiben la descomposición de las grasas.

  • Si nuestro organismo dispone del nivel de alcalinidad necesario, es difícil que contraiga enfermedades.
  • Los radicales libres al desestabilizar iónicamente a las moléculas, inician una reacción en cadena que va destruyendo nuestras células, y que esta reacción se produce siempre en un organismo con acidosis.
  • El trigo y los derivados del  trigo son los responsables de la obesidad y otros trastornos en las personas con altos niveles de adrenalina en la sangre (estrés).